Los pequeños de la escuela infantil también trabajan por proyectos y como en todos los cursos han tenido su desafío inicial o situación de aprendizaje. Les esperan semanas de aprender de manera divertida y significativa. El desafío inicial es un momento donde la sorpresa está aún más presente.
La sorpresa, solo puede ser desencadenada por algo repentino e inesperado, esto genera un impacto tremendo en nuestro cerebro de forma efímera pero muy efectiva. El estado de ánimo de los pequeños se cambia por completo y provoca en ellos una atención y predisposición al aprendizaje más inmediata.
El mayor aprendizaje es aquel que más perdura en la memoria, y va ligado siempre al impacto de una emoción. ¿Y qué hay más emocionante que esperar o preparar una sorpresa?
Seamos conscientes de su valor, de la importancia de jugar a través de ella, de generar historias y saber contarlas. De educar desde la emoción.
Aprender desde la sorpresa, es la sorpresa de aprender.