Entre todas las botellas sensoriales del verano tenemos una especial. Tiene unos pequeños pececitos nadando en el agua azul. Los peces suben y bajan así como vamos moviendo la botella. Y como nos gusta mucho hicimos nuestra versión mini. Echamos una gotita de colorante en el agua y agitamos bien la botella para que toda el agua quede teñida. Después metemos nuestros pececitos por el agujero de la botella. Tenemos que estar atentos para que entren! Cuando acabamos, cerramos bien la botella y… ya tenemos una hermosa pecera!